¿Quiénes influyeron en quienes nos influyen? | María Elena Walsh
20 de mayo, 2013 | Auditorio Jorge Luis Borges María Elena Walsh x Leopoldo Brizuela, Los Cazurros y Jairo. Ciclo de charlas "Influencia / ¿Quiénes influyeron en quienes nos influyen?" en las que referentes culturales retratan las influencias de su trayectoria. Organizan Federico Lisica y Sebastián Meschengieser. ¿Por qué María Elena Walsh? Dailan Kifki, Canciones para mirar, Como la Cigarra, Doña Disparate y Bambuco. Nombres tan voladores pero propios gracias a la imaginación de una mujer que fue muchas cosas: poetisa, dibujante, dramaturga, compositora, cantante, militante política, algo así como un hacedora que reinventó todas las variantes de la cultura argentina. Leopoldo Brizuela Escritor y traductor. Autor de obras como Tejiendo Agua y Una misma noche (premio Alfaguara 2012). Tradujo a Henry James y Flannery O’Connor, entre otros. Cada vez que puede reconoce a María Elena Walsh. De hecho fue ella quien le recomendó algunos de los autores que ha traducido. La conoció en 1978 y señaló que contar con su amistad fue como ir a una universidad que le haría prescindible la que vendría después. “María Elena –escribió alguna vez– se fue inventando una vida imprevisible, fiel a su propio deseo y, al tiempo, absolutamente única.” Los Cazurros Es un dúo integrado por Pablo Herrero y Ernesto Sánchez, reconocido por sus diversas propuestas teatrales en las que el juego, el humor y la imaginación ocupan el centro de la escena. En sus espectáculos utilizan recursos de todo tipo (objetos cotidianos, canciones, personajes-muñecos y atractivos soportes visuales) y son permanentes las citas al mundo de la cultura pop, la historia y también los contextos históricos y políticos. Desde hace más de una década proponen a los chicos una opción de juego y diversión que no está exenta de reflexiones (a veces directas, a veces absurdas) sobre temas tan urgentes y universales como la injusticia y los abusos de poder. Jairo Cuando Jairo se fue a vivir a Europa, en cierta manera emuló el viaje que María Elena Walsh había hecho tiempo antes. Y allá se conocieron. Cierta vez, en Madrid, el cordobés le llevó a la mujer de Ramos Mejía una melodía. Algunas horas después él reapareció y ella había escrito “El valle y el volcán”. ¿O fue al revés? Él se le apareció con la letra y ella le tarareó la melodía. ¿Importa? Dijo de Walsh: “Tiene, en todas sus facetas, un nivel de exigencia y de rigurosidad muy alto, que sirven como ejemplo. Eso la ubica entre los más grandes: Borges, Bioy Casares, Piazzolla, porque eran artistas que no claudicaban ante nada y no hacían concesiones. […] Creo, finalmente, que su literatura infantil es imbatible, en castellano es de lo más extraordinario que existe. Igual que su música: no se qué sería de una maestra jardinera sin María Elena, es como un salvavidas, un recurso que se usa siempre porque está bien hecho”.